¿Cómo es vivir cotidianamente con dislexia?
La dislexia es una dificultad especifica del aprendizaje (DEA) de origen neurobiológico que afecta durante todo el ciclo vital y se manifestará en todos los niveles educativos.

Así, la dislexia se caracteriza por la presencia de dificultades en la precisión y fluidez en el reconocimiento de palabras (escritas), por un déficit en las habilidades de decodificación (lectora), deletreo y manejo ortográfico. Estas dificultades son consecuencia de un déficit en el componente fonológico del lenguaje. Además, se presentan incluso con una inteligencia adecuada, una visión y audición normales, una instrucción escolar convencional y unas buenas oportunidades socioculturales.
La dislexia puede reconocerse por una serie de signos o síntomas.
Dislexia en niños/as:
- Dificultad para aprender a leer
- Presencia de un nivel de lectura por debajo del que se espera para su edad.
- Problemas para procesar y comprender lo que escucha.
- Dificultad para encontrar la palabra correcta o elaborar una narrativa adecuada a una pregunta.
- Problemas para recordar secuencias de cosas.
- Dificultad para ver (y, ocasionalmente, escuchar) similitudes y diferencias entre letras y palabras.
- Incapacidad o dificultad para pronunciar una palabra desconocida.
- Dificultad para deletrear.
- Necesidad de mucho tiempo para completar tareas que implican leer o escribir.
- Evitación de actividades que requieran leer e incluso respuestas de ansiedad ante tareas de lápiz y papel.
En adolescentes y adultos:
- Dificultad para leer, incluso en voz alta.
- Lectura y escritura lentas y trabajosas.
- Problemas de ortografía.
- Evitación de actividades que requieran leer.
- Mala pronunciación de nombres o palabras, o dificultad para encontrar las palabras.
- Lentitud para la realización de tareas escolares.
- Dificultad para resumir una historia, para narrar textos o expresar ideas por escrito.
- Problemas para aprender un idioma extranjero.
- Dificultad para entender problemas matemáticos.
- Fracaso escolar.
- Baja autoestima intelectual.

De esta manera, siendo la dislexia una dificultad del aprendizaje que afecta principalmente a la
lectoescritura, hace que las personas que la padecen obtengan escasos resultados académicos con un gran esfuerzo. Como consecuencia lógica, esto acaba generando respuestas emocionales de evitación-huida, bloqueo, ira y tristeza ante el aprendizaje y la práctica académica. Dicho de otro modo, la dislexia acaba afectando a la estabilidad emocional de quien la padece, su autoconcepto y autoestima, interfiriendo en la posibilidad de tiempo disponible para actividades sociales y de ocio. Como podrá comprenderse, este hecho es especialmente problemático en los niños.
Por todo ello, se hace fundamental atender cuanto antes las necesidades en el aprendizaje de un niño/a con dislexia, pues no hacerlo de manera adecuada puede convertir los años escolares en una travesía costosa que afectará negativamente su desarrollo integral y que añadirá numerosas situaciones de estrés en el contexto familiar.
Con todo, veamos algunas curiosidades sobre la dislexia:
- Se estima que un 10% de la población tiene dislexia.
- Esto supone más de 4,6 millones de españoles y 800.000 niños en las aulas en España.
- La dislexia es la Dificultad Específica de Aprendizaje más común del mundo.
- En general, las personas con dislexia tienen mayor capacidad de visualización: en los disléxicos el pensamiento en imágenes es de 400 a 2000 veces más rápido que el pensamiento verbal.
Si reconoce en su hijo/a alguno de estos síntomas, no dude en acudir a un profesional para la realización de un diagnóstico. En Alta Psicólogos llevamos más de treinta años diagnosticando y atendiendo este tipo de dificultades específicas del aprendizaje.
Psicóloga